15 de mayo de 2011

Violencia y adicciones (No se trata de un ensayo duro, sino una publicación muy juvenil)

El siguiente documento fue parte de una ponencia presentada en la VII jornada sobre prevención de tabaquismo, alcohol y otras adicciones el 13 y 15 de octubre del 2010.

Comenzaremos por dar una muy breve interpretación de la violencia; esta como tal, no es solamente definirla como golpear a otra persona, herirla de manera física; esto último sonaría muy "obvio" si fuera solo la única manera, pero, existe la violencia psicológica, misma que nos a logrado dar una nueva visión del ser humano y sus variadas necesidades psicológicas. Aún así, sabemos que existe otro tipo de violencia, que esta también crea un severo daño a la victima y su principal manera de ser atacado de este modo es por la vía verbal.
En la red es muy común encontrar campañas sobre la
violencia...
 Pero, ¿en que consiste este tipo de agresión?
Primero que nada, el ser agredido por esta vía verbal trae consecuencias como la destrucción del autoestima por medio de:

Criticas
Desprecios
Abandono
Insultos

Los golpes verbales, los insultos y esas múltiples artimañas que utiliza la persona que violenta a otra son más dañinas que los golpes físicos puesto que marcan profundamente ese espíritu personal, comienzan a deteriorarlo a tal grado que llegan a pensar las victimas en que realmente esos insultos son verdad.

Si bien, los golpes marcan el cuerpo, los insultos marcan el alma
y el autoestima de la persona
Pero, ¿que es peor?
Pareciera que no solamente deben soportar una gama de insultos, sino que además, terminan por callar este asunto y dejar que transcurra sin recibir apoyo de ningún tipo.
Dentro de las formas de violencia mencionadas esta es la peor, puesto que al no dejar marcas corporales que puedan denunciar este maltrato, nadie se puede percatar hasta que conocen la situación de manera más cercana. Lo horrible de la situación es descubrir como se encuentran unidas estas dos clases de agresión; después de los gritos comienzan los golpes.

Analizando desde un punto de vista psicoanalítico la vinculación de drogas en el asunto de la violencia...

En este pequeño apartado, podemos encontrar que ciertas veces la violencia emerge como una "modalidad de socialización" y es puesto entre comillas por su negatividad en cualquier círculo social; incluso se puede definir un comportamiento alterno, que es el de socializar, de buscar a otros similares y de vivir temporalidades (Winnicott plantea una posible esperanza que se tiene en conductas sociales).
En pocas palabras, la conducta violenta en los adolescentes es una visión deforme de los vinculos humanos.
Los daños que ocasiona la violencia son bastantes
para la psique humana.
Los años pasa, en las sociedades se viven todos los días momentos diferentes y los adictos al paso de los años y al paso de las generaciones vienen haciendo lo mismo; por una parte, ellos reclaman a las distintas sociedades esa atención que merecen (por lo general hablamos de atenciones que van desde capital hasta afecto) y por la otra parte, esa exclusión que hacen de manera propia hacia el mundo, donde prevalecen sentimientos narcisistas, de ninguna preocupación por el otro.

El tener al alcance cualquier sustancia es una garantía de poder abandonar cualquier preocupación, de olvidar cualquier estado de animo para entrar en un vórtice donde se desbordan las emociones y se puede ser en ese vórtice quien sea. El paso de la adolescencia a la madurez puede "ayudar" a que algunas personas se sientan confundidas con las nuevas sensaciones y exigencias que se presentan y en algún momento de este lapso, caen en sentimientos de soledad y buscan alguna pertenencia a ciertos grupos; es por ese lado donde inicialmente comienzan a caer en las redes de las adicciones ya que pareciera que responden mágicamente a estas necesidades del adolescente.



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